La trama se centra en Londres, en una lluviosa y tormentosa noche de
1912, en la cual, Eliza Doolittle (Audrey Hepburn), una pobre y barriobajera
vendedora ambulante de violetas, procedente del este de la ciudad, harapienta y
desaliñada, deambúla por el Covent Garden, a la salida de la Ópera ofreciendo
sus flores a los viandantes. Un misterioso caballero, oculto tras una columna
quien resulta ser Henry Higgins ( Rex Harrison), un reputado profesor de
fonética, apunta en su cuadernillo todo lo que ella dice pues le llama la
atención su pronunciado acento cockney (inglés vulgar de la calle). Presencia
la escena el coronel Pickering (Wilfrid Hyde-White), otro experto lingüista que
acaba de hacer un reciente viaje a la India para estudiar dialectos coloniales.
En un momento dado, y tras una acalorada discusión, Higgins asegura que en seis
meses sería capaz de convertir a Eliza en toda una dama y hacerla pasar por una
duquesa en el baile de una embajada, sin que nadie sospeche de su verdadera
procedencia, pues el profesor cree que la clase social viene determinada por la
forma de expresarse. La chica se presenta al día siguiente en casa de Higgins
para recibir clases pues quiere hablar mejor para ser dependienta en una tienda
para no tener que seguir vendiendo flores en las calles. Pickering le apuesta
todos los gastos de su “experimento” a que no tendrá éxito comprometiéndose
incluso a pagar las lecciones.
Inolvidable versión cinematográfica del homónimo
musical de Lerner y Loewe de la obra de teatro "Pigmalión" del escritor
irlandés George Bernard Shaw que ya fue llevada previamente al cine en 1938 por
Anthony Asquith y Leslie Howard siendo éste último quien encarnó al profesor
Higgins. Wendy Hiller, elegida para el papel por el propio autor de la obra,
interpretó a Eliza. Ambos estuvieron magníficos. "Pigmalión" se basaba en una
leyenda mitológica greco-latina del rey de Chipre Pigmalión y Galatea, su
escultura de una bella mujer que cobra vida y de la cuál acaba enamorándose su
creador. Bernard Shaw refleja a Pigmalión en el profesor y a Galatea en la
florista. El escritor fue galardonado con el Óscar al mejor guión adaptado,
algo que al propio escritor le pareció absurdo llegando a decir “es como si
premiasen al rey de Inglaterra por ser rey” con lo que ni fue a recoger el
premio. La obra musical tuvo la friolera de 2717 representaciones entre los
escenarios de Broadway y Londres, desde 1956 a 1962, con Rex Harrison en el
papel del profesor y Julie Andrews como Eliza Doolittle. Stanley Holloway era
Alfred, el padre de Eliza. Jack L. Warner pagó la friolera de 5,5 millones de
dólares por los derechos de la obra con la condición de que dichos derechos
psarían siete años después a CBS, la propietaria de los derechos del musical ,
algo que explica las muy diversas ediciones de la película por distintas
distribuidoras en función de las asociaciones de CBS. Para la adaptación
cinematográfica Julie Andrews fue descartada por Jack L.Warner en favor de
Audrey Hepburn ("Vacaciones en Roma (1953)", "Sabrina (1954)" , "Desayuno con diamantes (1961)"), al
ser descartadas opciones como Leslie Caron, Shirley Jones, Elizabeth Taylor y
Doris Day. Julie Andrews no fue tenida en cuenta por no ser conocida aún en la
pantalla grande aunque debutaría ese mismo año con la mítica "Mary Poppins (1964)".
Para los temas musicales Hepburn fue doblada en las canciones, para gran
disgusto de la actriz, por la soprano Marni Nixon , quien ya fue la voz de las
canciones de Deborah Kerr en "El rey y yo (1956)" y de Natalie Wood en "West
Side Story (1961)".
Para la dirección se pensó en contratar a Vincente Minnelli
pero el director quería filmar en exteriores en Londres y Jack Warner tenía ya
muy ajustado el presupuesto así que finalmente se puso en contacto con George
Cukor, quien en un momento de vanidad le dijo a Warner "Acaba usted de hacer la
mejor elección", y , efectivamente, el tiempo le acabó dando la razón, pues con
su habitual elegancia y maestría Cukor consigue en esta película que el ritmo
narrativo no se rompa en ningún momento de sus casi tres horas de duración,
estando las canciones perfectamente integradas en el argumento. La puesta en
escena de Cecil Beaton, que volvió a diseñar el lujoso vestuario como ya lo
hizo en Broadway, y el director artístico Gene Allen es prodigiosa, así como la
soberbia fotografía en Superpanavisión 70 mm, a cargo de Harry Stradling Jr.
quien curiosamente realizó un magnífico trabajo en "Pigmalión (1938)", primera
adaptación de la famosa obra de Bernard Shaw. André Previn colaboró con Lerner
y Loewe con sus arreglos para la adaptación de la banda sonora. Rex Harrison
consiguió con esa manera más de decir que de cantar las canciones un éxito
total, repitiendo su trabajo de Broadway. El actor cantó en directo las
canciones con un micrófono oculto en la corbata para hacerlo al igual que en el
teatro que es como el actor se sentía más cómodo y le salió redondo, la verdad
. Para Henry Higgins en un principio el productor no quería a Rex Harrison
porque le veía demasiado viejo para el papel al haberle visto en "Cleopatra (1963)", pero como muy bien le recordó su agente a Warner el actor
estaba de esa manera porque en “Cleopatra” interpretó a un Julio César ya viejo
y enfermo. Otra razón que se daba a la prensa es que le veían más como actor de
teatro que actor de cine, otra razón sin sentido pues Harrison ya nos había
regalado verdaderas joyas cinematográficas: "Ana y el rey de Siam (1946)", "Un
espíritu burlón (1945)", "El fantasma y la señora Muir (1946)", "Mamá nos complica
la vida (1958)" o "Un grito en la niebla (1960)", entre otras.
Se pensó en un primer
momento en Cary Grant para el papel, pero el actor lo descartó y le dijo a
Jack. L.Warner que no sólo no iba a hacerlo sino que si no escogían a Rex
Harrison que estuvo maravilloso ya en la versión teatral, no iría ni a verla.
Grant era además amigo personal de Rex con lo que demostró su enorme
caballerosidad y compañerismo con este gesto. Para el papel de Alfred Doolittle
pensaron en James Cagney quien no quería abandonar su dorado retiro (aunque
años más tarde volvería al cine con "Ragtime") así que Cagney aconsejó también
a Warner que ese personaje fuera también quien lo hizo en teatro, es decir,
Stanley Holloway. Estamos ante un reparto especial pues el resto de secundarios
está soberbio: Gladys Cooper como la sra Higgins, papel por el que fue nominada
al Óscar a la mejor actriz de reparto, Mona Washbourne, como la sra Pearce, a
quien escogió Cukor porque la había visto muchas veces en el teatro, el muy
británico Wilfrid Hyde White, como el coronel Pickering, reflejando esa típica
impasibilidad británica ( se está cayendo la casa y él sigue tan tranquilo),
Theodore Bikel como el entrometido húngaro Zoltan Karpathy, empeñado en
desenmascarar a Eliza en el baile de la embajada, y Jeremy Brett como Freddy
Eynsfordhill, a quien muchos recordamos como el mejor Sherlock Holmes que ha
habido después de Basil Rathbone, por su interpretación del personaje de Conan
Doyle en la serie de Granada Televisión de los años 80. Los temas planteados
por Bernard Shaw, como son la soledad, la misoginia y las diferencias sociales,
no son en modo alguno traicionados por Cukor en ningún momento.
Una parte
cumbre en la película es cuando Higgins, Eliza y Pickering cantan "The rain in
Spain" pues rompen en euforia cuando la chica consigue por fin pronunciar el
dichoso trabalenguas, dando paso a la maravillosa escena en la que Eliza canta
en la cama ("I’ve could have danced all night"). Otro gran momento es cuando en
las carreras de caballos de Ascot ( estilizada al máximo por Cukor) Eliza mete
la pata animando vulgarmente a uno de los caballos de la carrera. En ese
instante Higgins dibuja en su rostro una maliciosa sonrisa pues en realidad
desprecia esos ambientes de clase alta en los que se desenvuelve su madre. De
hecho muestra ya ese desprecio al presentarse al evento vestido como le da la
real gana ignorando las reglas de protocolo para tal evento (aún presentes en
nuestros días). Además se juega con la ironía pues, él, que pretende enseñar
modales a Eliza, en realidad es un maleducado de tomo y lomo: al llegar a Ascot
ordena sentarse a la sra Eyndsfordhill (a quien recuerda haberla visto en
Covent Garden en la noche en que conoce a Eliza) . Su madre, que le tiene bien
calado se pone claramente del lado de Eliza, con lo que también se plasma
guerra de sexos. La misoginia en Higgins es presentada como un síntoma de
inmadurez, se porta como un niño pequeño y maleducado, algo que saca
lógicamente de quicio a su madre. Bernard Shaw satiriza hasta a los políticos
pues en otra escena, magistral por cierto, cuando se presenta el padre de Eliza
a pedirle dinero, después de escuchar su "perorata", le comenta Higgins a
Pickering que al cabo de seis meses podría hacerle pasar por ministro del
gobierno u orador público en Gales. Por cierto, Stanley Holloway, que tenía 73
años en la película, tiene dos números musicales antológicos: "with a Little
bit of luck" y "Get me to the church on time".
Las canciones de Alan Jay Lerner
y Frederick Loewe han sido versionadas por cantantes de la talla de Frank
Sinatra, Plácido Domingo y Dean Martin, sobre todo la mítica “On the Street
where you live”, tema en el que Freddy (Jeremy Brett) expresa sus sentimientos
por Eliza tras enamorarse perdidamente de ella al conocerla en Ascot. La cinta
fue laureada por 5 globos de oro, 3 premios Bafta y 8 Óscars de sus 12
nominaciones, incluyendo los relativos a la mejor película, al mejor actor
protagonista (Harrison) y al mejor director (Cukor). El gran “director de
mujeres” consiguió por fin la estatuilla que tan esquiva le fue en su larga
carrera, algo que le hizo mucha ilusión pues tenía 63 años. Audrey Hepburn no
fue ni siquiera nominada, toda una injusticia, pues, aunque no cante, actúa
maravillosamente, paradójicamente fue Julie Andrews quien obtuvo la estatuilla
por su trabajo en "Mary Poppins (1964)". Muchos pensaron que fue una auténtica
bofetada a Jack L.Warner por haberla descartado para que repitiese en el cine
su éxito teatral con la producción de Broadway. Al recibir el Óscar Julie
agradeció su premio a Jack L.Warner, provocando la carcajada del público
presente. Stanley Holloway fue nominado al Óscar al mejor actor secundario por
su excelente trabajo.
Warner, para competir con la difusión internacional de "Mary Poppins", decidió ordenar que las canciones se doblaran en todos los
países en los cuales se proyectase la película en versión doblada, un craso
error, pues con la versión española, por ejemplo, el agudo timbre de voz de
Harrison fue sustituido por el tono grave del doblador Felipe Peña que nada
tenía que ver con la original. Yo desde luego recomiendo su visionado en V.O.
pues con el doblaje el inglés cockney de Eliza es hablado con un acento
madrileño del barrio de Lavapiés de hace un siglo, con lo que parece que
estamos viendo una zarzuela en vez de un musical ambientado en Londres. En
definitiva, “My Fair Lady” es una auténtica obra maestra del género musical y
de la comedia. Una delicia de película y un título imprescindible en la
historia del séptimo arte.
Frase para recordar:
"Mire, señora Higgins, la diferencia entre una dama y una florista no
está en su comportamiento sino en cómo la tratan. Siempre seré una florista
para el profesor Higgins porque siempre me ha tratado y me tratará como a una
florista pero para el coronel Pickering siempre seré una dama porque siempre me
ha tratado como una dama y siempre lo hará así".
Director: George Cukor.
Intérpretes: Audrey Hepburn, Rex Harrison, Stanley Holloway, Gladys Cooper, Wilfrid Hyde-White.
Trailer:
Escena:
Información complementaria:
4 opiniones :
Es una delicia como comedia y una obra maestra musicalmente hablando. Tengo la versión que Julie Andrews interpretó para el teatro y me hubiera gustado también verla en la gran pantalla. Pero Audrey, aunque no cante, está fabulosa. Han quedado temas inolvidables de esta obra como "I could have dance all night" o "Get me to the church on time", versionados por numerosos cantantes en numerosas ocasiones.
Sí, es verdad. Ciertamente los temas musicales compuestos por Lerner y Loewe han sido versionados por artistas de la talla de Dean Martin, Frank Sinatra o Plácido Domingo, entre muchos otros.La canción "On the Street where you live" (La calle donde vives, ese hermoso tema que le canta Freddie a Eliza después de conocerla en Ascot y enamorarse perdidamente de ella logicamente, ha sido la más versionada.Por cierto la elección de ese plano, no desde la totalidad sino desde un lado de la calle es magistral. Si es que es una Obra maestra llena de múltiples detalles a lo largo de sus casi tres horas de duración. Gracias por tu comentario.
Aunque no me gustan los musicales aquí hago una excepción. Audrey Hepburn hace cambiar las cosas para bien.
Un saludo
Ciertamente, Audrey está maravillosa en casi todas las películas de su filmografía. Hay una escena, cuando ella vuelve a Covent Garden, después de haber discutido con Higgins, en la que vuelve a sonar la melodía que cantaba al principio de la película, siendo silbada y cantada por la gente que trabaja en las calles. Hay que ver cómo le sigue la cámara a Audrey en esa escena, y cómo transmite su estado de ánimo en su personaje, sin decir nada. Muy emotiva esa parte. Era la grandeza de esta gran mujer, que sólamente su rostro ya llenaba la gran pantalla.
Y es muy cierto lo que dices, que incluso para la gente que no soporta en género musical,"My fair Lady" es una película distinta para ellos. Y es que no es un musical al uso, las canciones están perfectamente integradas en el argumento sin romper en un sólo momento el ritmo narrativo de la película.
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