La década de los años 70 será recordada, entre otras cosas, por ser la etapa de mayor repercusión del denominado género cinematográfico "cine de catástrofes", gracias a películas como "Aeropuerto (1970)", "La aventura del Poseidón" (1972)" o "Terremoto (1974)" de Mark Robson, todas éstas se trataban de grandes superproducciones norteamericanas hechas principalmente para ganarse la simpatía del público a base de unos espectaculares efectos especiales y sonoros que prevalecían sobre la trama en sí y por contar con un grupo importante de estrellas y actores de renombre cuyos personajes iban a sufrir más de una desgracia y calamidad durante el transcurso de la película. En esta ocasión me centraré en "El coloso en llamas (1974)", una película producida conjuntamente (y primera vez que ocurría este hecho) por dos de grandes productoras hollywoodenses, la Warner Bros y la Twenty Century Fox, y que iba a ser co-dirigida por el irregular John Guillermin (realizador de la interesante "Muerte en el Nilo (1978)" pero del flojo remake "King Kong (1976)" y su posterior y sonrojante secuela titulada "King Kong 2 (1986)") e Irwin Allen (también conocido como el "maestro del desastre", sobrenombre puesto debido a que produjo una buena cantidad películas televisivas de este género ("Inundación (1976)" y "Fire! (1977)", entre otras) y por la realización de otras películas catastrofistas como fueron "El enjambre (1978)" y "Más allá del Poseidón (1979)"), éste último encargado específicamente en el desarrollo de las escenas de acción. La historia, basada en las novelas "The Tower" de Richard Martin Stern y "The Glass Inferno" de Frank M. Robinson y Thomas N. Scortia (y éstas a su vez inspiradas en el terrible incendio ocurrido en 1972 en San Paulo donde se quemó el "Andraus", un edificio de grandes dimensiones), iba a girar en torno a un mastodóntico rascacielos ("La torre de cristal") de 138 plantas y como un grupo de personas trata de salir de él al producirse un peligroso incendio a causa de un fallo del sistema eléctrico.
Entre el atractivo reparto de actores nos encontraríamos con Paul Newman ("Veredicto final (1982)") como Doug Roberts, el arquitecto que construiría el gigantesco edificio y a Steve McQueen ("Los siete magníficos (1960)") en la piel del jefe de bomberos Mike O´Hallorhan, ambos encarnarían a los héroes de la acción repartiéndose los momentos más peligrosos y tensos del film. Otros nombres a destacar entre la infinidad de caras conocidas que nos regala el film, William Holden ("El crepúsculo de los dioses (1950)") en el papel del promotor del rascacielos (Jim Duncan), Richard Chamberlain ("El pájaro espino") como Simmons, el desastroso e icompetente yerno de éste, Faye Dunaway ("Chinatown (1974)") interpretando a Susan Frankly, la pareja de Doug Roberts y Fred Astaire ("Sombrero de copa (1935)") representando al entrañable timador Harlee Claiborne, un personaje que le iba a dar su única nominación a los Óscar de toda su carrera cinematográfica (sin contar su Óscar honorífico otorgado en el año 1949).
Entre sus escenas hago mención la secuencia donde Doug con una niña agarrada a su espalda intenta bajar por un hierro con peligro de caerse al vacío o el momento del helicóptero que trata de bajar a un grupo de personas atrapadas en un ascensor mientras un valeroso O´Hallorhan sujeta por un brazo a uno de sus compañeros de profesión. Como curiosidad, ante la rivalidad de Paul Newman y Steve McQueen por conseguir mayor protagonismo dentro del film se tuvo que repartir el mismo número de lineas en sus diálogos para evitar malos rollos entre ellos.
Entre el atractivo reparto de actores nos encontraríamos con Paul Newman ("Veredicto final (1982)") como Doug Roberts, el arquitecto que construiría el gigantesco edificio y a Steve McQueen ("Los siete magníficos (1960)") en la piel del jefe de bomberos Mike O´Hallorhan, ambos encarnarían a los héroes de la acción repartiéndose los momentos más peligrosos y tensos del film. Otros nombres a destacar entre la infinidad de caras conocidas que nos regala el film, William Holden ("El crepúsculo de los dioses (1950)") en el papel del promotor del rascacielos (Jim Duncan), Richard Chamberlain ("El pájaro espino") como Simmons, el desastroso e icompetente yerno de éste, Faye Dunaway ("Chinatown (1974)") interpretando a Susan Frankly, la pareja de Doug Roberts y Fred Astaire ("Sombrero de copa (1935)") representando al entrañable timador Harlee Claiborne, un personaje que le iba a dar su única nominación a los Óscar de toda su carrera cinematográfica (sin contar su Óscar honorífico otorgado en el año 1949).
Entre sus escenas hago mención la secuencia donde Doug con una niña agarrada a su espalda intenta bajar por un hierro con peligro de caerse al vacío o el momento del helicóptero que trata de bajar a un grupo de personas atrapadas en un ascensor mientras un valeroso O´Hallorhan sujeta por un brazo a uno de sus compañeros de profesión. Como curiosidad, ante la rivalidad de Paul Newman y Steve McQueen por conseguir mayor protagonismo dentro del film se tuvo que repartir el mismo número de lineas en sus diálogos para evitar malos rollos entre ellos.
Título original: The towering inferno.
Directores: John Guillermin e Irwin Allen.
Interpretes: Paul Newman, Steve McQueen, Faye Duneway, William Holden.
Trailer:
B.S.O.:
Información complementaria:
Steve McQueen
Steve McQueen
5 opiniones :
Un film muy emocionante, aunque no carece de tonterías de guión. Un reparto inolvidable, eso sí. Saludos.
La película es impresionante , yo la vi en el aňo 82 aunque sea de 1974 en el desaparecido cine Avenida de vigo,este cine era de sesión continua y solia poner más o menos un estreno y algo mas antiguo,bueno pero aunque todo el reparto es espectacular.Paul Newman y Steve Mcqueen mis favoritos
Buena página de cine. Te invito a que visites la mía: http://todocinemaniacos.com.
Peli de catástrofes en la línea de los años 70, aunque Newman y McQueen le dan un peso que no tienen otras, claro. Solo faltaba por ahí Charlton Heston pegando tiros.
Un saludo
Hola, casi pierdo una lentilla con esta película, se salió de sitio al mover la cabeza de forma brusca cuando la secretaria de Robert Wagner se tira por el ventanal. Y no puedes imaginarte la manía que le tomé a Richard Chamberlain ahí, se lo perdoné todo en El pájaro espino.
Saludos,
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